La dinámica del Club del llibre va tomando su curso. Durante las primeras sesiones, estamos llevando a cabo una introducción a la narrativa como género; en paralelo, les he presentado el proyecto general del módulo, en el que se les pide básicamente que lean, escriban y reflexionen.
Han parecido sorprendidos e incluso, cuando hablo en la clase, los veo leve y sutilmente receptivos. Se trata de un grupo habitualmente apático, que vuelve cansado del trabajo. Por sus rostros cuando les insisto en que leeremos cada uno SU libro, observo que los libros no entran en su órbita cotidiana, pero tampoco se niegan categóricamente a ello; probablemente hace años que nadie les habla de libros, al menos no con un interés en que personalicen su lectura.
El primer día los observé reflexivos; cuando acabó la clase de presentación algunos se acercaron a mí (incluso los nuevos alumnos) ya para comentarme off the record sus iniciales inclinaciones respecto a los títulos de la lista; otro alumno me preguntó si estaba de acuerdo con que El Quijote es la mejor novela nunca escrita (se la había recomendado este "un amigo escritor" (?).
En otra ocasión me dediqué a comentarles brevemente el argumento y tipología de las novelas señaladas en la lista para que cada uno marcara con una cruz a priori aquellas que pudieran interesarle; la actividad posterior consistía en buscar información por internet sobre algunas de ellas y completarme una ficha con datos (argumento, curiosidades...) sobre cuatro de ellas. Después de este proceso de preselección, pretendo que pasado mañana vayamos a la librería con un ranking de 2 a 4 novelas, de manera que la decisión final responderá a 1) las existencias en tal librería 2) la química que se produzca entre alumno y libro cuando abran la primera página en la librería misma.
Creo que este método subjetivo-personalizado va haciendo mella poco a poco. El otro día, en otra asignatura, observé de reojo cómo uno de los alumnos llevaba en la cartera uno de los libros de la lista; cuando se lo señalé lo escondió avergonzado, como si le hubiera cogido en falta. Muchos de ellos me han pedido mi opinión en diversas ocasiones: "¿Cuál me recomiendas a mí?" "¿Éste está bien?" Al principio les respondía que claro, que todos están bien. Luego les entendí mejor: ya que les individualizo en sus lecturas, ahora esperan más de mí: que les adivine su pensamiento, sus motivaciones, sus particularidades y pueda orientarles hacia SU libro, el libro que les está esperando. Así, de vez en cuando olvido el pudor y me acerco a uno u otro: "Ya sé qué libro te conviene a ti." (Me arriesgo, porque cómo lo voy a saber a ciencia cierta). "A ti te va este libro." Y sorprendentemente toman estas afirmaciones improvisadas muy en consideración, sonríen con inteligencia, como para sus adentros, y me solicitan más información. Otro alumno, músico y con visos de artista, me inquirió sobre la novela de Boris Vian, y le animé a atreverse con ella; "va mucho con tu personalidad", subrayé. Hoy se la he llevado al aula para que la hojeara; me la ha rechazado, para mi sorpresa; pero en seguida me ha aclarado que esta mañana ha ido a la biblioteca y le ha echado ya un vistazo (y efectivamente, dice que "ha conectado").
Esta experiencia me está resultando interesantísima. Son adultos, y en algunos aspectos resulta más dificultoso enseñarles que a los adolescentes; están ya muy formados, son poco moldeables. Sudé tinta para enseñarles a hablar un poco de inglés el trimestre pasado. No obstante, me maravilla observar cómo, en lo que concierne a la lectura, son como adolescentes: vírgenes, abiertos, curiosos, dubitativos, expectantes...Adolescentes, por otra parte, que han aprendido a comportarse en el aula, ¡para mi suerte!
Después de una semana en el proceso de preselección, todos mis miedos se van venciendo. Cada uno lleva a cabo su proyecto lector con seriedad e independencia total ; nadie se queja, nadie me cuestiona la necesidad de trabajar así. Muchos dan por supuesto que tras este libro tal vez lean otros libros optativos para subir nota.
Hoy me han entregado sus fichas de preselección. Compruebo que sus intereses son varios; las novelas que en general no les han atraído son aquellas que suenan más "exóticas", de autores orientales o del este. Les interesan en cambio: a algunos novelas cómicas, a otros con acción e intriga, a otros lo contrario, buscan aquéllas que "les hagan pensar más".
Algunas de las preseleccionadas: "Alta fidelitat " (Nick Hornby), "Trilogia de Nova York", "El palau de la lluna" (Paul Auster), "El perfum", "Vés on el cor et porti", "L'escuma dels dies", "La metamorfosi". "Demian", "Siddharta", "Fahrenheit...", "La taronja mecànica"....
Tengo un alumno que se está recuperando de un cáncer (con menos de treinta años) y se ha reincorporado ahora después de varios meses desaparecido; se ha presentado con gorro de lana para ocultar su cabeza desnutrida, para disimular su rostro escuálido; camina con muletas y se le ve débil, pero sus ojos brillan cuando tratamos de buscar una lectura que le convenza. Como no puede venir con nosotros a la librería, me he ofrecido para comprarle el libro; mientras discutíamos cómo arreglar la cuestión, súbitamente le danzan las pupilas: "¡Ah! Pero...Mañana voy al centro con mi madre en coche. ¿Podría aprovechar y comprar el libro por mi cuenta, con ella? ¿Me llevo la ficha y lo miramos nosotros?" cual niño que tentara al adulto con la realización de un capricho inútil. "Pues claro que sí." Y ahí lo he dejado, con su lista de libros en la mochila, saliendo parsimoniosamente del aula...Quizás soy demasiado optimista, pero he tenido la impresión de que para él SU libro podría ser una señal, una página nueva en la que empezar a reescribir su futuro.
Pasado mañana vamos a comprar los libros...Y me siento tan ilusionada como si fuera a esperar a los Reyes Magos con algunos ahijados...
2 comentarios:
Me encanta acercarme a tu blog. Es una ventana a otra realidad ajena a la mía que me supone un estupendo, saludable y oxigenado soplo de aire fresco. Esa pasión (simplicando mucho) con la que decribes tu tarea profesional, es tan vivida que al lector que te conoce (y no creo que sea necesario que te conozca), es imposible que se mantenga al margen y no se sienta imbuido y absorbido en tus vivencias Es que hasta me entran ganas de ser tu alumno!!!! jajajajajaja.
Por cierto, me encanta que hayan sido preseleccionados dos libros de Paul Auster.Te diría más cosas pero estas ya prefiero decirtelas en privado.
Por cierto, me encanta la tonalidad cromática que le has dado a tu blog. Es muy similar a la que yo escogí a mi cuaderno azul.
Gracias encanto.
Me alegro de que te sea agradable leerlo; a veces tengo miedo de imbuirme demasiado yo misma en mis cosas y lo que cuento no tenga ningún interés fuera de mi propia experiencia cotidiana.
Bueno, a mí me sirve escribirlo para empezar; pero también apetece que los amigos lo lean y ¡sería una pena hacer que os inmolárais en pro de la blogosfera!
Un abrazo; hablamos pronto.
Publicar un comentario