"Some time later"

jueves, 20 de marzo de 2008

Hitos (perdurables) de la adolescencia (III ad libitum)


En mis anteriores "posts" he hecho un viaje a mi adolescencia, evocando dos de mis hitos preferidos que aún hoy me conmueven.

Ha sido una travesía casual, no buscada, pero me ha resultado tan interesante que he querido dejar aquí un homenaje a Hesse y a The Cure.

Y todo ello me ha hecho pensar en que el indagar en nuestros hitos particulares es una vía más para encontrar la materia de la que estamos hechos.

Los "hitos" con los que nos hemos identificado de verdad en algún momento de la vida nos configuran como personas. Claro, no sé qué viene antes. También es cierto que, en momentos de búsqueda, nos centramos en aquello que provoca unas resonancias en nosotros mismos. Pero al mismo tiempo eso que hallamos nos determina; así que entre nuestros referentes y nosotros se crea una especie de retroalimentación que va creando un campo de referencias que se va ampliando durante toda la vida.

No obstante, los hitos de la adolescencia son especialmente reveladores porque en ese momento optamos por unos caminos dejando otros a un lado; caminos que tal vez exploraremos más tarde o que dejaremos descartados definitivamente.

Reconzco, pues, que mis anteriores posts han sido bastante egocéntricos, porque al hablar de Cure y Herman Hesse hablaba de mí, eso es inevitable. Pero mi reflexión quiere ir más allá y alcanzar al posible lector de estas líneas, tal vez abrumado por unos referentes que no siempre le resultarán cercanos. Me gustaría trazar un campo de referencia más amplio que esboce el mapa de posibles y variadas adolescencias.

Así que ahora quiero invitaros a hacer lo propio. ¿Cuáles han sido los dos referentes cruciales de vuestra adolescencia? Puede tratarse de música, de libros, pero también de cine, de personajes reales o de ficción, de lugares...


Ahí dejo la puerta abierta a vuestras palabras.

10 comentarios:

elamantepolar dijo...

En mi caso es sencillo y ya lo sabes:
U2 y Blade Runner.
Ambos modificaron de forma sustancial mi forma de acercarme a la música y al cine respectivamente y definieron perfectamente mi forma de mirar el mundo a través de mis aficiones.
Aproximación que se mantiene exactamente igual pasados tantos años.
Blade Runner es el punto de intersección entre la cinefagia y la cinefilia. Me enséñó que se podía (y se debía) ver el cine de otra manera. Poco después Hitchcock fue la escuela.
Y U2, fue el refugio espiritual y emocional ante el sinsentido, ante la angustia existencial, ante los temores hacia la vida adulta.

Chabela dijo...

Ya lo sabía en el caso de U2, en el caso de Blade Runner no de forma tan radical...Pero me gusta que me expliques exactamente el cómo.
¡Gracias!

Anónimo dijo...

Pero a ver, ¿la adolescencia no se acaba a mediados los 70? Y no me refiero a la década, no, si no a los años propios!!!

;-)scar

Anónimo dijo...

Si parlem de grans fites de l’adolescència, personalment no puc deixar d’esmentar els meus tres principals referents: Led Zeppelin, El Senyor dels Anells i, aquí coincideixo amb Amante Polar, Blade Runner.
Simplement em varen marcar, em colpiren i, de fet, encara considero que són, respectivament, el millor grup de música, un dels llibres que més m’han impactat, i el millor film de tota la història. Suposo que són tres respostes a una necessitat d’evasió, de cercar quelcom més enllà, de fer volar la imaginació. No sé si és gaire racional, però és que hi ha un component sentimental que no s’hi pot deslligar. Però em pregunto, si no haguessin arribat en aquell moment, serien uns altres els meus referents? Possiblement sí, malgrat que és bonic pensar el contrari...
Salut!

Anónimo dijo...

Lectura iniciática: “El guardián entre el centeno”, a los 14, hasta ese momento pensaba que leer era o bien aburridillo (lecturas juveniles de la época) o demasiado difícil. Total, un gran descubrimiento de manos de la profe de lengua. Sentido del humor e inteligencia, gran combinación. Más adelante, descubrimos M. Kundera de manos del amante de una compañera de BUP que era diez años mayor que ella. Me encantó que filosofara a partir de la vida cotidiana, y también el toque relativista del tipo, que venía a contrarrestar mis excesos idealistas y trágicos (iba a decir de la edad, pero creo que es más bien cosa de temperamento). Por lo demás, a mí me gustaban los grupillos gamberros de los 80 (Siniestro total, Ilegales, aquella cosa llamada “rock radical vasco”,...) el punk, Ramones – es que soy de barrio, qué quieres- y otros los más líricos, como Golpes bajos e incluso Lluís Llach!). Ahora que acabo la parrafada me doy cuenta de que igual no cumplen con la condición de perdurables, pero si vuelvo a ellos, me emociono, eso sí.
Montse

Chabela dijo...

Interesantes y variadas respuestas...
Claro, Oscar, dura hasta los 70 de media pero por eso hablo de hitos "perdurables", porque tiene huevos que lleguen hasta los 70 y aún te emocionen. ;))
¡¡Y con eso te has "escaqueado" de responderme, así que sigue pensando!!
Ignasi, m'agrada que coincidiu parcialment el polar i tu...Alguna cosa voldrà dir? No, Ignasi, Blade Runner i tu no podríeu existis un sense l'altre !! :))
El que veig de moment és que hi ha dues tendències bàsiques: el posar-se trascendental i el evadir-se...Faltaria potser el sentit de l'humor que no ha sortit encara?!

Montse, he de reconocer que me leí el guardián con 15 años y no me dijo nada, me gustó más con 25 o con 30, cuando lo he vuelto a leer. Debía de ser demasiado formalita o algo y no me identificaba con el protagonista!! Luego me ha gustado porque me hace imaginarme justamente "otras adolescencias" que no la mía. (Ahora se lo hago leer a mis alumnos ex-adolescentes rebeldes.)

Coincido con Kundera. También me llegó mucho con 17 años o así, recuerdo que era mi libro de bolsillo en mi primer viaje al extranjero sola. Me encantaba esa mezcla de filosofar cotidiano y de liviandad al hablar de sentimientos...Aunque hace años que no lo he tocado, no sé, tal vez ahora me resultaría pedante. ¿?


Un abrazo

Anónimo dijo...

primera mitad del siglo XIV. Tom. del lat. adolescens, -tis (también adulescens), part. activo de "adolescere". "CRECER"

dixit aquel que leía el Corominas a los 14, vió la versión hollywoodiense de cine de autor titulada "where the hell you'll find the meaning, mate" y por supuesto canturrea tremendos temas de Abacá & the Zuzons.

saludos (del lat...)

Anónimo dijo...

ostras Ignasi, pues no sabía lo de Led Zeppelin. para mí fueron, sin duda, el grupo que marcaron mi adolescencia y del que todavía puedo escuchar los discos y ponerme a saltar. el señor de los anillos (evasión)tb ha sido uno de mis libros puntales, junto a Mono o La historia interminable, aunque no considero que sean la misma cosa. algo más tarde: la insoportable levedad del ser (trascendental), oh sí!!!!
en caunto al guardián, me pasó como a ti, isa, lo leí más tarde y bueno, no me marcó como hizo a otros compañeros de generación.
pélículas? creo que mi afición por el cine fue más tardía. y las películas que podría mencionar no corresponden a la adolescencia.
montse, escuchabas barricada?
saludos!
óscar

Anónimo dijo...

Óscar, la verdad es que no era fan de Barricada, supongo que porque, creo recordar, tenían un toque de sonido heavy. Me parece que se daban algo a la crítica social (y por ahí, vale); alguna gente de mi entorno sí los escuchaba. Saludos al personal,
Montse

Anónimo dijo...

Hola de nuevo (se nota que estoy ociosa, "hago tiempo" antes de salir, voy al teatro, yupi!). Veo que Kundera ha calado en todos. Sí, yo también creo, Isa, que ahora me decepcionaría. En su momento lo leí mucho y acabé rebotadilla con su manera de representar a las mujeres; salían mal paradas (en mi opinión), en general sin el reconocimiento de un hombre no eran nada; supongo que K. representaba la ideología preponderante, más insidiosa cuando va envuelta en una retórica atractiva, que parece una aguda mirada sobre el mundo.

Montse