"Some time later"

miércoles, 24 de marzo de 2010

I loved dancing with you





Gracias otra vez a mi querida A. (que, más que alumna, me enseña ella a mí) he podido llevar a cabo un capricho que tenía desde que inicié este blog: añadirle una melodía que me sugiere mucho, "I loved dancing with you", de la película de Coixet "Mi vida sin mí".
En la película esta frase tiene que ver con el tránsito de la protagonista hacia la muerte. Ella tiene una enfermedad terminal y sabe que va a morir, pero, en vez de recrearse en su desgracia, se dedica a llevar un cuaderno de "cosas que quiere hacer antes de morir" y realizar todo aquello que desea, desde lo más banal (cambiarse el pelo) hasta lo más emocional (probar a tener un amante, encontrar una futura mujer para su marido, decir a sus hijas que las quiere...).
El argumento puede tener algo de forzado, pero en la película está tratado con una tal sensibilidad y poesía, sobre todo a través de la imagen y de la música, que me sugiere nada más y nada menos que un arrebatado canto a la vida; con su inherente melancolía, porque todo lo que nos sucede va quedando atrás y lo vivimos sólo una vez; con su esperanza de encontrar a cada momento nuevos instantes con los que maravillarse. En realidad la película, más allá de su argumento "terminal" se puede leer como una metáfora profundamente humanista: puesto que todos vamos a morir, todos podríamos llevar a cabo ese programa de "realizar aquello que uno desea antes de morir" desde ahora mismo, y vivir todos los instantes con la intensidad que merecen.
Entre sus mensajes de despedida a sus seres queridos, pues, ella deja también unas palabras para su amante, que termina con un simple: "Me encantó bailar contigo". Y me parece la declaración de amor más escalofriante que he oído. Hay en ella alegría, sencillez, disfrute por lo compartido; pero también una generosidad sin límites, un tratar de no aferrarse a nadie ni a nada, sino de tomarlo al vuelo y después dejarlo ir... Este mensaje sin embargo me impactó porque va mucho más allá de la pasión, y se podría aplicar a toda relación humana, pero también a los momentos de disfrute sensorial o artístico, y a todas las experiencias vividas en general. Es una declaración de amor a la vida en toda regla; de la vida que transcurre; la única cierta.
Y es esto lo que quería transmitir yo fundamentalmente en mi blog: agradecimiento por los momentos y personas que por una razón u otra me han llegado a flor de piel. Luisa Castro, me encantó bailar contigo. Sesión del dentista, idem; Ana María Shua; y seguiría con mis alumnos, con mis amigos, mi familia, pero no lo haré porque no quiero ponerme melodramática yo también y que estas líneas parezcan una carta de despedida.
En cualquier caso, aquí os dejo en enlace con la melodía que inspira el paso agridulce del minutero; para que no se haga una carga angustiosa; para que la muerte no nos aterrorice con fúnebres presagios; para que no suframos por todo lo que queríamos vivir y aún no hemos vivido; simplemente, hay que susurrarse a cada paso "I loved dancing with you". Y todo lo demás sobra.

8 comentarios:

Joselu dijo...

Reconozco que tengo una asignatura pendiente con Isabel Coixet. Sólo he visto alguna ráfaga de una de sus películas -no recuerdo cual- y tuve la impresión de que era muy triste y que no se adaptaba a mi estado de ánimo. Y eso que me gusta el cine profundamente dramático. La interpreté como excesivamente melancólica y lenta. Pero ya te digo que sólo fue una impresión porque tengo la espinita clavada y sé que tarde o temprano me he de sumergir en su cine del que tengo excelentes referencia, entre las que incluyo tu hermosa reseña. Hay algo que me aleja de ella y hay algo que me impele a conocerla. Sé por comentarios que he oído que no deja indiferente a nadie. Ya te contaré. La canción -oída en la mañana- es dulce y triste, tal vez también vital. Un cordial saludo.

Chabela dijo...

¿Por qué no pruebas con esta, "Mi vida sin mí"? Según mi opinión, es la mejor. También está muy bien "La vida secreta de las palabras", pero de entrada igual cuesta más. Y "Cosas que nunca te dije", muy tierna, en un registro un poco menos "melancólico y tierno", con toques humorísticos.
Ya me dirás. Hay gustos para todo. Conozco a gente que no la soporta. A mí me pasa con ella como con el músico Antony and the Johnsons: es tan triste que ya no me entristece sino que me alegra el día; es como un buen bolero o un buen tango: su intensidad emocional tampoco puede uno tomársela 100% en serio; se mira, se disfruta, se siente, y luego sale uno renovado, como después de una buena ducha. Claro que hay gente que eso le pone muy nervioso, va a gustos. "Muchachada Nui" hicieron hace una poco una gran parodia de ambos juntos, Coixet y Antony, y, como fan de ellos, me hice un hartón de reír.
Saludos matutinos.

Chabela dijo...

Por cierto, ni se te ocurra ver las últimas, "Elegy" ni "Tokyo no sé qué". Es otra cosa. Me dejaron más fría que un zapato.

Anónimo dijo...

Tengo que reconocer que me gustó más "La vida secreta..." pero "Mi vida..." me dejó una agradable sensación de esperanza.

El mensaje: mantener la capacidad de seguir bailando, abrir la ventana cada mañana con la esperanza de que algo o alguien está esperando para nosotros, para disfrute de nuestros sentidos...

Por todo esto, gracias también por invitarme al baile...

Muaks!

A.

Chabela dijo...

No lo podías decir con menos ni más certeras palabras. Gracias a ti. Besos.

Anónimo dijo...

¡Qué bien que hayas vuelto por blogerías!
Me gustó mucho esta película. Tu comentario sobre LA frase, qué bueno, no se me había ocurrido que resumía tan sencillamente la actitud vital de las protagonistas, de peli y de blog. Nos arranca un suspiro a los más neuróticos (y nos viene muy bien), por las dificultades digo, para identificar esa "vida que transcurre, la única cierta"

Montse

Chabela dijo...

Gracias por tu entusiasmo, guapa.
Cuánto tiempo sin verte por aquí tampoco...
Un abrazo fuerte, y nos vemos en algún baile...

Tegularius dijo...

Que lindo lo que escribiste sobre esta hermosa película.